PERO JESÚS...
Marcos 9:37 habla de la incapacidad de los discípulos e incluso de los mirones fariseos para auxiliar a un chico endemoniado. Pero resalta la sublime gracia de Jesús al llegar como un gran héroe, salvar al muchacho y darle paz a su desesperado padre.
REFLECTIONS
A. Cortés
9/6/20242 min leer
¡Cúanto significado hay en este pasaje de Marcos 9:37!
Primero, la incapacidad de los discípulos y su falta de preparación espiritual. Incluso los mirones fariseos que estaban al rededor del muchacho viéndolo convulsionar por el ataque del demonio, indica que aún siendo los líderes religiosos mejor preparados, solo se limitaron a presenciar el acto de manera inhumana y, como era obvio, con nula capacidad o intención de ayudar aún cuando hubieran invocado al gran Hashem, puesto que no se habían dado cuenta que estaba viviendo entre ellos y lo habían rechazado.
Segundo: El PERO… ¡Ahh este contraste sublime. Entonces aparece en escena mi Salvador. Un gran contraste de amor, misericordia, poder y autoridad. A diferencia de algunos otros milagros en donde su palabra bastaba, en este milagro, se revela a un médico divino que pregunta sobre la condición del chico. Su acto de incorporarse y tomarle la mano conmueve, resaltando su compasión y su toque personal; un contacto físico que nos dice que Cristo está en conexión directa con el que está necesitado, aún en este tiempo.
Tercero. La lección de este muchacho— atormentado que conforme al relato el demonio hacía que cayera en agua y fuego, y lo sacudiera con violencia a fin de destruirlo— es para ti y para mí: Estimado y estimada, si el demonio no se cansa de atormentarte; si has sentido el fuego de la aflicción en tu vida, si alguien te ha “quemado”, o tú mismo has tropezado y caído en un horno de fuego, y las aflicciones no te dan paz; si has sentido el agua hasta el cuello; si has sido sacudido con violencia al punto de “echar espuma por la boca” por tanta conmoción y maldad, recuerda al Justo, al Misericordioso, al Omnipotente, al Invencible, al Todopoderoso, al Juez justo, al Rey y Dios del Universo… Él te tiene tomado de la mano y ante su voz poderosa, reprenderá a tu enemigo, mi enemigo, al león rugiente, al espíritu inmundo: al diablo. Ten resiliencia, solo confía, naveguemos juntos este mar impetuoso de la vida. Ora y ayuna porque este género y engendro del mal solo así saldrá y solo con la ayuda del Crucificado. No olvides que su poder y amor superan todo tu entendimiento.
“El ladrón sólo tiene una cosa en mente: robar, matar y destruir. Pero yo he venido para darles todo en abundancia, más de lo que esperan: ¡vida en abundancia hasta que rebosen!”
Juan 10:10. Trad.TPT.
¡Feliz día!
También te puede interesar: PODER, VENGANZA, ¿EN DONDE QUEDÓ LA JUSTICIA?