PARA EL DIABLO, TÚ ERES UN CERO A LA IZQUIERDA

Los grandes empresarios crean sistemas que trabajan para ellos, generando ganancias sin necesidad de estar encima todo el tiempo. El diablo hace lo mismo. sembró la semilla del mal y ahora cosecha sus frutos: odio, crímenes, mentiras, difamaciones. Su empresa diabólica funciona a la perfección: su máquina eficiente de caos y maldad opera sin necesidad de su intervención constante.

REFLECTIONS

A.C.R

7/31/20242 min leer

No te lo tomes a mal, pero el diablo tiene cosas más importantes que hacer que pensar solo en ti. Sí, la Biblia dice que anda como león rugiente, pero créeme, no es tan personal.

Piensa en los grandes empresarios: crean sistemas que trabajan para ellos, generando ganancias sin necesidad de estar encima todo el tiempo. El diablo hace lo mismo. sembró la semilla del mal y ahora cosecha sus frutos: odio, crímenes, mentiras, difamaciones. Su empresa diabólica funciona a la perfección: su máquina eficiente de caos y maldad opera sin necesidad de su intervención constante.

Pero olvídate de la imagen del diablo en modo vacaciones, tomando sol en un yate con un coco en la mano. ¡Este tipo es un adicto al trabajo! Aunque tiene un sistema malévolo bien aceitado, a veces se arremanga y se mete de lleno en el campo para asegurarse de que todo salga como él quiere. ¿Recuerdas el numerito de la serpiente en el Edén? ¿O cuando le dio una paliza a Job con esa enfermedad horrible? Incluso a veces asigna demonios personales, como el que molestaba a Pablo (2 Corintios 12:7). Pero no te preocupes, ¡eso no es lo habitual!

No, no estoy diciendo que no quiera tu destrucción y perdición eterna, porque sí que la quiere y está empeñado en acabar contigo y con toda la humanidad. No digo tampoco que tú y este mundo le sean indiferentes en un sentido absoluto. Solo digo que él ya estableció un sistema que trababa por él y lo tienes sin cuidado: ¡Mira cuánta muerte, cuánto dolor y destrucción!

¡Oye! La próxima vez que digas: “el diablo me está tentando”, “el diablo me hizo caer”, solo digo que dejes de echarle la culpa al diablo por tus problemas. ¡Piénsalo dos veces! Quizás has caído en su trampa, en ese sistema de maldad que nos rodea. Pero no te preocupes, ¡tú tienes el poder de elegir! Decide amar en vez de odiar; bendecir en lugar de maldecir; sanar en lugar de herir; hacer la paz, en vez de la guerra. Cada pequeña decisión cuenta en esta batalla cósmica entre el bien y el mal. Y adivina qué, ¡no estás solo en esto! Pero eso es tema para otro día. ¡Que la fuerza de Cristo te acompañe! 😉

Sígueme para más contenido en mis redes. Y Comparte para que otro no le siga echando la culpa al diablo por su problemas