¿La tercera Guerra Mundial? Piénsalo dos veces antes de responder (Parte 3).

Este articulo aborda el tema de una imposible guerra mundial. Y se enfoca en lo que la Biblia dice respecto a la destrucción del mundo. No te vayas, léelo completo.

REFLECTIONSARTICLES

A. C. R

12/9/20244 min leer

2. Lluvia de meteoritos a gran escala y Megatsunamis (6to. sello).

“Y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento”. (Apoc. 6: 13).

Una lluvia de fuego que convertirá el cielo en un espectáculo aterrador, con meteoritos del tamaño de montañas cayendo sobre la Tierra. Incendios que se propagan como la pólvora, tsunamis que arrasan las costas, cráteres que se abren en la tierra... El estruendo ensordecedor de los impactos, como truenos que nunca cesan, acompañará la visión del cielo nocturno iluminado por estelas de fuego. El pánico se apoderará de la humanidad, mientras las ciudades se pulverizan y el suelo tiembla bajo sus pies. Las personas buscarán protección en cuevas, sótanos y cualquier lugar que les ofrezca un mínimo de seguridad, mientras un hedor a azufre y ceniza lo impregna todo. Un caos indescriptible, superando las peores pesadillas de la humanidad.

3. Cataclismo global en la atmósfera terrestre y mar (6to. Sello).

Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar”. Apoc. 6:14:

El impacto de los meteoritos desencadenará una catástrofe global. Chocando contra la Tierra con una fuerza descomunal, provocarán erupciones volcánicas masivas y terremotos devastadores. Grandes cantidades de polvo y escombros serán lanzados a la atmósfera, bloqueando la luz del Sol y las estrellas. Una oscuridad impenetrable cubrirá al mundo, un manto negro que ocultará el sol y las estrellas. El rugido de los volcanes en erupción se escuchará por todo el planeta, como un lamento agonizante de la Tierra. El aire se volverá denso y asfixiante, con un olor a azufre y ceniza que quemará las gargantas.

Los tsunamis, impulsados por la fuerza de los impactos y los terremotos, arrasarán las costas, transformando la geografía del planeta. Islas enteras serán tragadas por el mar, mientras que las montañas se derrumbarán y cambiarán de forma. El mapa del mundo se redibujará, con la aparición de nuevas islas, volcanes y cordilleras.

La humanidad, sumida en la oscuridad y el caos, se lamentará por este fin del mundo. Los supervivientes se enfrentarán a un mundo irreconocible, donde la lucha por la comida, el agua y el refugio traerán consigo un caos social nunca antes vivido. El instinto de supervivencia será brutal.

4. Granizo con fuego y explosiones marinas (1ra. y 2da. trompeta).

El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde. 8 El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9 Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida”. (Apocalipsis 8:7-9)

Volcanes escupiendo fuego y lava, la tierra temblando bajo los pies, el cielo oscurecido por las cenizas. Tormentas apocalípticas con granizo del tamaño de piedras y relámpagos que rasgan el cielo. Un diluvio sangriento cae sobre la tierra, tiñendo de rojo los ríos y los mares. El rugido de los volcanes se mezcla con el estruendo de los truenos, creando una sinfonía de destrucción.

En el mar, una montaña ardiente se precipita sobre las aguas, provocando explosiones submarinas que destruyen barcos y agitan las olas con furia. La tercera parte del mar se convierte en sangre, un espectáculo aterrador que anuncia la muerte masiva de peces y seres marinos. El ecosistema oceánico se desequilibra, poniendo en peligro la vida de millones de personas que dependen del mar para su sustento.

El olor a azufre y a quemado impregna el aire, mientras el sabor metálico de la lluvia de sangre queda en la boca de los supervivientes. La humanidad, sin Dios en su vida, aterrada e impotente ante la furia de la naturaleza, se pregunta si ya es el fin.

5. Crisis sanitarias globales (1ra. Plaga).

Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres…” (Apoc 16: 2).

¿Se acuerdan del Covid-19? Algo inimaginable vendrá: Una plaga mortal se propagará como la pólvora por todo el planeta, dejando a su paso una estela de sufrimiento y muerte. Llagas supurantes cubrirán los cuerpos de las víctimas, mientras fiebres que consumen los debilitan hasta la muerte. Los hospitales, desbordados, se convertirán en escenarios de dolor y desesperación. El sonido constante de las sirenas de ambulancias recorrerá las calles desiertas, mientras un hedor nauseabundo impregna el aire.

Esta enfermedad aterradora no solo causará un gran deterioro físico, sino que también complicará las enfermedades neurológicas degenerativas, causando un gran impacto en la calidad de vida. El miedo al contagio generará pánico y aislamiento, llevando al colapso social y económico. Negocios cerrados, mercados vacíos, el valor del dinero desplomado... el mundo se sumirá en el caos.

¿De dónde surgió esta plaga? Algunos hablarán de un virus surgido de las profundidades de la tierra, otros de una enfermedad liberada por accidente de un laboratorio secreto. Es un castigo divino por los pecados de la humanidad.

(Continua parte 4)...