JONÁS EL INQUISIDOR: ANÁLISIS Y PRIORIDADES
Exploro el papel de Jonás al preocuparse más por su reputación de líder y profeta, que enfocarse en la misión de Dios: restaurar y salvar al pecador
SERMONS
6/23/20242 min leer
¡AyJonás!
En la narrativa bíblica, Jonás es conocido no solo por ser un profeta, sino también por su resistencia a cumplir la misión que Dios le encomendó. Este blog explora cómo Jonás, en su papel de inquisidor, se preocupó más por su reputación y menos por la misión de restaurar y salvar a los pecadores.
Su Reputación
Jonás tenía una reputación que mantener como líder y profeta del pueblo de Israel. Su temor de ser visto como un profeta fracasado lo llevó a huir de la misión divina. Este enfoque en su propia imagen y prestigio socavó la verdadera razón de su llamado: llevar el mensaje de arrepentimiento y salvación a Nínive.
La misión principal encomendada a Jonás era clara: llevar un mensaje de arrepentimiento a los habitantes de Nínive para que pudieran ser salvados. Sin embargo, Jonás pareció más preocupado por el juicio y la condena que por la restauración y salvación. Esta actitud de inquisidor, más centrada en el castigo que en la misericordia, contrasta profundamente con el propósito divino.
Lecciones a la fuerza
La historia de Jonás nos enseña sobre las prioridades en el servicio a Dios. Su ejemplo muestra cómo la preocupación por la reputación personal puede interferir con la verdadera misión divina. Nos recuerda que el objetivo final de cualquier misión espiritual es la restauración y salvación del pecador, un objetivo que debe prevalecer sobre cualquier consideración personal.
En conclusión, Jonás el inquisidor nos brinda una lección valiosa: como líderes y creyentes, debemos priorizar la misión divina de restauración y salvación sobre nuestras propias preocupaciones y reputación.
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